miércoles, 6 de octubre de 2010

Estafa intelectual

Acusan a Roger Waters de antisemitismo por 'The Wall
' La Liga Antidifamación ha expresado su malestar por la nueva gira de Roger Waters presentando The Wall de Pink Floyd. Su director considera antisemita que en el espectáculo se proyecten imágenes en las que un avión bombardea una ciudad con estrellas de David.En concreto, las quejas expresadas por la Liga Antidifamación se refieren a la parte del espectáculo visual en la que se interpreta Goodbye Blue Sky, cuando una proyección muestra a varios aviones bombardeando una ciudad.Sin embargo, dichos aviones liberan varios símbolos religiosos (una cruz, una media luna islámica y una estrella de David) el símbolo del dólar o emblemas de marcas comerciales. Pero no es la aparición de su símbolo, lo que ha molestado a la Liga."Es vergonzoso que Roger Waters haya elegido la yuxtaposición de una estrella judía de David con el símbolo del dólar", señala el presidente de la Liga Antidifamación, Abraham Foxman, en un comunicado."Aunque insiste en que su intención era criticar el muro de seguridad de Israel en Cisjordania, el uso de esa simbología en un concierto parece dejar el mensaje abierto a la interpretación y el significado puede ser facilmente malinterpretado como un comentario sobre los judíos y el dinero".


Amalgamar todas las críticas y todas las adversidades que les tocan a los judíos con el vocablo antisemitismo constituye una estafa intelectual, de la que participan alegremente buena parte de los judíos de todas las tendencias, hasta el grado de crear un clima intelectual irrespirable, ya que ahora está prohibido en la práctica evocar tal o cual aspecto del judaísmo, o esta u otra práctica judía, o alguna personalidad judía, a no ser en tono de alabanza, bajo pena de ser sospechoso de antisemitismo.La misma construcción del término es absurda. Existe un conjunto de lenguas semíticas como el hebreo, el árabe, y diversos idiomas del Medio Oriente antiguo, como el arameo.
No existen pueblos semitas que correspondan con una entidad identificable, fuera de los pueblos de origen étnico e histórico muy variado que hablan lenguas semíticas.Pero la palabra se creó en Europa en el siglo diez y nueve para designar específicamente una actitud hostil hacia los judíos entre los cuales, salvo una ínfima minoría de rabinos, ninguno hablaba hebreo. Además, en el ambiente de la antropología, la ciencia del siglo pasado era "racista", unánimamente "racista". Lo cual no se debe interpretar a través de los fantasmas histéricos de la ideología "antiracista" actual, sino que significa simplemente que, confrontada con la extraordinaria diversidad humana, la ciencia de aquel entonces afirmaba la unidad de la especie y procuraba rendir cuenta de la ineludible diversidad, el polimorfismo como se dice hoy día, a través del concepto de "raza", del cual se intentó precisar los contornos de mil maneras, privilegiando primero la antropología física.
El ambiente cientista, materialista, determinista de la ideología científica de entonces llevaba naturalmente a buscar también en el sustrato biológico (raza) la explicación de las no menos extraordinarias diversidades culturales y de civilización. Tal ambiente "racista" dominaba pues en la época en que empezaba a manifestarse un movimiento de hostilidad de tipo nuevo en contra de los judíos.

Se creó la palabra "antisemitismo" para designar ese movimiento, en esa época. Las causas del crecimiento de la hostilidad hacia los judíos en ese momento son de naturaleza diversala pretendida raza de los judíos no era la causa operante del conflicto, pero la explicación "racista" de esa hostilidad caracteriza y distingue netamente el movimiento "antisemita" que culmina con el hitlerismo, de las otras formas de crítica al judaísmo y de hostilidad hacia los judíos.La diferencia esencial estriba sencillamente en el hecho de que nadie es responsable de su "raza", y nadie la puede remediar. La interpretación racista de las fuentes de conflictividad o bien desemboca en una política de estatuto diferenciado, o bien en una política de apartheid, o en una política de expulsión, o en una política de exterminio, según la intensidad y la radicalidad del antagonismo. Lo cual no tiene nada que ver con el antijudaísmo cristiano, dentro del cual hay que distinguir el antijudaísmo católico, ya que por el contrario la Iglesia siempre mantuvo relaciones complejísimas con el judaísmo y ha protegido a los judíos, incluso durante la segunda guerra mundial, en medio de las persecuciones que suscitaban y padecían por todo tipo de causas y razones.

Por motivos evidentes, la propaganda sionista(En 1896 Teodoro Herzl crea el sionismo cuyo objetivo era el retorno de los judíos a Hertz, Israel o Sion, que es el nombre de una colina localizada en Jerusalén en cuyo territorio se crearía el estado judío sionista de Israel, Herzl, pervierte y tergiversa la verdadera moral del pueblo judío subyugándolo a los intereses económicos ) ...saca una ventaja de todas las formas de antijudaísmo con el antisemitismo racista. En primer lugar esto le permite desarrollar una visión de la historia judía totalmente paranoica, donde los judíos son las perpetuas víctimas inocentes de un ostracismo universal que desemboca inevitablemente en la persecución y el exterminio. La constitución de un Estado judío, necesariamente hiperpoderoso por no decir todopoderoso, se convierte en la única solución para salvar a los judíos del genocidio que les amenaza. Luego, en un segundo momento, habrá que organizar a escala mundial la caza y el exterminio de los criminales contra la Humanidad que no comprenden que el alpha y ómega de la política mundial debe consistir antes que nada en proteger a los judíos de... ¡su propio fantasma!Ahí está la mentira ideológica perfecta : la mentira ¡que crea por sí misma las condiciones de su propia verificación! (es el esquema de los delirios paranoicos).Además le permite a la propaganda sionista estigmatizar a todos sus adversarios como pretendidos "racistas", movilizar bajo su dirección a todas las víctimas o supuestas víctimas del "racismo"; y eso permite sobre todo culpabilizar, desorientar y desestabilizar a los que son víctimas de esta acusación.
A partir de los años treinta, con la fundación por Bernard Lecache de la L.I.C.A (que se volverá luego LICRA), el antiracismo se convirtió en el negocio de todos los activismos judíos, y del más importante entre estos : el sionismo. En toda esa agitación "antiracista", ni árabes ni antillanos tuvieron jamás otro papel que el de extras, o en algunos casos el de necios útiles, porque tal "antiracismo" no tiene nada que ver con una lucha real contra prejuicios raciales o discriminación real, sino que sirve esencialmente para perseguir a los adversarios, acusados de "racismo", es decir no de prácticas o conductas discriminatorias, sino de crimen del pensamiento por no conformismo ideológico.

Pero no es necesario desarrollar este punto porque es el ambiente ideológico en el que ha sido criada toda la nueva generación, desde hace unos treinta años : los judíos han sido víctimas del "racismo" y están en la vanguardia de la lucha contra el "racismo".

Ahora bien el sionismo político, nacido a finales del siglo diez y nueve, como sus antepasados religiosos mesiánicos, abiertamente reclamaban una política de separación y de apartheid. El judaísmo, tal como se revela en la Torah, es fundamental y radicalmente racista, y ¡hace de la exterminación de los enemigos de Israel un deber sagrado! La fiesta religiosa más popular entre los judíos, la fiesta de Purim celebra y conmemora la masacre (mítica) sistemática de los enemigos de Israel, acusados (¡ya desde entonces!) de haber querido exterminar a los judíos. Comparado con el racismo incandescente que se expresa en la Torah, el belicismo, el terrorismo sistemático reivindicados en forma sistemática allí, y cuyo único criterio moral es el triunfo y la gloria de Israel, el Mein Kampf de Hitler parece muy moderado...

Esto es, por supuesto, lo que no se debe decir, pero que es fácil comprobar por una lectura atenta de la Biblia y de Mi combate.El judaísmo en general y el sionismo especialmente lograron disimular al público las concepciones profundamente racistas que los animan en el fondo, en un esfuerzo de denegación notable, y encabezando la ideología antiracista. "soy yo el racista, proclama el judaísmo, ¡es Hitler el que me obliga a serlo!" A partir de ahí el antiracismo desemboca en un impasse, y esta retórica ha servido para justificar todo tipo de prácticas profundamente racistas y agresivas de las cuales la situación en Palestina actualmente es el resultante y el revelador.desde 1945 esta retórica ha funcionado perfectamente. El judaísmo adquirió una verdadera jusrisdicción moral, e incluso una jurisdicción legal,

. El genocidio-holocauso-shoah es el único acontecimiento de toda la historia de la humanidad en ser dogmáticamente afirmado Y las ligas conmemorativas tienen el poder sin precedente de acusar retroactivamente. Antes se aprendía historia sagrada en el catecismo e historia en la escuela. Ahora es en la escuela laica donde se enseña la historia sagrada de los hebreos, y la exterminación de los judíos en Auschwitz sustituyó como acontecimiento fundador de la era nueva (postmoderna, según dicen) la muerte de Cristo en la cruz.


Las pocas consideraciones que preceden bastan para mostrar que la acusación de "antisemitismo" no tiene ningún sentido, porque en la práctica un "antisemita" no es más que una persona que no le cae bien a los judíos, por tal o cual motivo, y contra la cual se disponen a movilizar la caballería pesada del "antiracismo" cabalgada por la shoah. Luego existen tantas formas de antisemitismo como maneras de ser que no quepan inmediatamente en el proyecto que estipula la alianza.
Despues de todo lo dicho nos descubrimos respetuosamente ante un Freud, un Einstein, un Schoenberg y Mahler Tristan Tzara y otros tantos....

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