Líber Arce
Líber Walter
Arce Risotto (1940 - Montevideo, 14 de agosto de 1968), primer estudiante
muerto por las fuerzas policiales en el Uruguay, el 14 de agosto de 1968.
El 13 de junio de 1968 se habían decretado medidas prontas
de seguridad, estado de excepción que se mantendría por meses.
En la
madrugada del 9 de agosto, el Ministro del Interior Eduardo Jiménez de Aréchaga
ordenó el allanamiento de la Universidad de la República, las Facultades de
Agronomía, Arquitectura, Medicina y la Escuela Nacional de Bellas Artes en la
certeza de que en esos lugares se depositaban armas y panfletos violatorios de
las medidas prontas de seguridad vigentes.[cita requerida] Cuando los
estudiantes llegaron a clase se encontraron con el desorden y los destrozos provocados
por los allanamientos.
El Consejo
Directivo Central de la Universidad de la República denunció todos los
destrozos producidos, la sustracción de material docente, de documentación y
ficheros con datos personales de los estudiantes.[cita requerida] La
indignación estudiantil estalló en forma de enfrentamientos diarios como
consecuencia de la violación de la autonomía universitaria. Las movilizaciones
se hicieron en forma inorgánica, en diversos lugares de la ciudad, provocando
un verdadero estrés en la Policía.
Al mediodía del 12 de agosto un grupo de estudiantes de Odontología,
Enfermería y Veterinaria manifestaba desde la Facultad de Veterinaria, situada
en la calle entonces denominada Larrañaga, rumbo a avenida Rivera. Esta
“manifestación relámpago” fue interceptada por un jeep policial con un oficial
y tres agentes. El oficial Enrique Tegiachi disparó sobre el grupo. Allí fue
herido Líber Arce, estudiante de auxiliar de Odontología, militante de la
Federación de Estudiantes Universitarios del Uruguay e integrante de la Unión
de la Juventud Comunista.
Su traslado a un centro asistencial fue demorado por la
actitud de la policía que, encañonando con sus revólveres a los estudiantes,
les exigía documentos de identidad. Finalmente lograron llegar al Hospital de
Clínicas, donde a Líber Arce se le diagnosticó corte de la arteria femoral
izquierda en la confluencia de la femoral superficial y profunda, en la región
inguinal. La perdida de sangre le produjo anemia y sucesivos paros cardíacos. A
pesar de todo los médicos lograron parar la hemorragia y se practicó un injerto
para reparar la arteria seccionada por el disparo. Sin embargo todos los
esfuerzos resultaron en vano, Líber Arce dejó de existir el 14 de agosto.
Desde
entonces, el 14 de agosto ha sido asumido por el movimiento estudiantil
uruguayo como la fecha de los mártires y no hubo un año, incluso durante la
dictadura cívico-militar, que no se recordara a Líber Arce: concentraciones
relámpagos en el atrio de la Universidad de la República y en la distintas
facultades, marchas, seminarios o la lluvia de claveles y rosas rojas en la
Biblioteca Nacional.
Luego del
retorno a la democracia a la calle General Prim se la denominó Líber Arce. La
calle nace en las puertas de la Facultad de Veterinaria y pasa por detrás del
zoológico municipal
La principal dificultad a la hora de pensar críticamente una medida con la que uno está de acuerdo radica en tratar de separar dos voces internas: la que goza, y la que reprime o suspende el goce en nombre de la verdad. Algo así me pasa con la noticia de la aprobación en Diputados (anuncio de la casi segura aprobación total en el Parlamento) de la despenalización de diversas formas de acceso a la marihuana.
Por un lado, me alegra mucho el (aparentemente) inexorable tránsito hacia la posibilidad de plantar o comprar marihuana para consumo personal con ciertas garantías mínimas de calidad (y con la nada despreciable tranquilidad de que nadie irá preso por algo tan estúpido como tener un par de plantas). Por otro, no puedo dejar de observar que, lejos de mostrarse como un ejemplo de avance de la libertad y la rebeldía, el asunto de la “regulación responsable del mercado de la marihuana” no parece ser otra cosa que la obediencia a indicaciones oportunamente emitidas por organismos multilaterales (en este caso, por uno ad hoc: la Global Commision on Drug Policy, una reunión de notables que incluye a varios ex presidentes, pero también a burócratas internacionales, grandes empresarios y expertos en seguridad).
Varios analistas, periodistas e investigadores han observado la sospechosa injerencia de individuos como George Soros, accionista de Monsanto y buenoide de tiempo libre, en la asistencia a las redes locales de información y difusión de la iniciativa, y se han preguntado, con pertinente suspicacia, de dónde saldrán las semillas a partir de las cuales correrá libre el cogollo más sano, más rico y más rendidor que hayan visto estas costas. No me detendré en eso, porque otros ya lo han hecho mejor que yo, y no dispongo de mucho espacio.
Lo que sí quiero observar, más allá de hipótesis conspirativas o aun de datos concretos, es la recurrencia de la secuencia organismos multilaterales (de cooperación, de crédito, de salud, de lo que sea; de carácter supranacional o de índole más bien “civil”), organizaciones de base (ongs, fundaciones, grupos de activistas), medidas de Estado. Una organización sin fines de lucro y con fines de investigación (o de bondad lisa y llana) hace una recomendación que es inmediatamente acogida por organizaciones militantes o paraacadémicas (en muchos casos, estas organizaciones son preexistentes y simplemente se “empoderan” a partir de ese espaldarazo) y al poco tiempo hay una medida de Estado que se está votando o que se instala por decreto en forma progresiva.
Hoy es el porro el que se habilita mediante discursos que hablan de salud y seguridad (los temas favoritos de la actual agenda) y convencen usando la razón del artillero: lo que nosotros no vendemos, los malos lo venden. (
Un predicador pentecostal que vi una vez explicaba a sus fieles que debían doblar el diezmo porque lo que no se da a Dios, “é o Diabo que tira”).
Otro ejemplo de esta forma de proceder (y sin duda me ganaré todavía más enemigos con esta parte que con la anterior) es el estímulo dado por estos días a la lactancia materna (y el próximo envión en ese mismo terreno, como si lo viera, será el parto en casa)
Unicef decide recomendar la lactancia hasta los dos años del
infante y aparecen por todos lados los afiches que explican los beneficios de
la “libre demanda” (como si la expresión “libre demanda” no dijera, de por sí,
todo lo que hay que decir) y llaman a las mujeres a cumplir gozosamente con ese
sagrado, con ese ritual cercenado por la vida moderna, consistente en amamantar
a la criatura todas las veces que ésta quiera y durante un par de añitos.
Ya varias instituciones del Estado se sumaron alegremente a la campaña y
anunciaron la creación de sus “salas de amamantar”, para que no se diga que no
se amamanta por falta de silloncitos. Así, las madres podrán ir al trabajo o a
clases cargando a sus criaturitas y hacerse una escapadita hasta esas cómodas y
tranquilas salas cada vez que sea necesario. ¿No es tierno? Y no, no es tierno.
Yo diría que lo que esconde ese mandato de “amamantarás al niño hasta que
camine y juegue al fóbal” es un empujón hacia el narcisismo exacerbado que es
sustento y garantía del capitalismo de mercado, y que la forma en que se
organizan los diversos niveles de instrumentación de esta medida (niveles
institucionales, discursivos, militantes, y todos estos entrecruzados en formas
múltiples) no es sino aquello que Foucault llamaba “dispositivo
”.
Y que la diferencia entre estos dispositivos amigables y otros más explícitos y
denunciados como represivos desde hace años es que estos nuevos ni siquiera nos
dan la chance de resistir, de oponernos, de señalarlos como tales. Ahora somos
más libres, así que marchemos presos.
Vivimos en un pequeño país con pocas oportunidades de competir en el
salvaje mercado global y, aunque aboguemos por la hermandad regional y
latinoamericana, es claro que nos tocó ser los hermanos menores entre varios
forzudos. Así que parecería que nos queda sólo la treta del débil: la
obediencia. Hacer los deberes prolijamente, conseguir una nominación para ser
abanderados, y eventualmente lograr el tranquilo buen pasar que tantas veces
logra el mimoso de mamá.
INAU aplicó cuatro
multas a los canales por violencia en TV
Las multas aún no se cobraron porque están en etapa de
apelación. El centro recibió denuncias por imágenes en informativos y en
telenovelas
Cuando un
menor mató en mayo del año pasado a un trabajador de La Pasiva que estaba
ubicada en 8 de Octubre y Garibaldi, los canales de televisión emitieron 48
veces la misma imagen en los días sucesivos.Eso generó un debate que terminó en
un decreto del gobierno extendiendo a los informativos las limitaciones del
horario de protección al menor.
Desde que está en vigencia ese decreto hace un año, el
Instituto del Niño y el Adolescente (INAU) analizó diez denuncias de violación
a la normativa.De ese total dispuso que se apliquen cuatro multas a canales de
televisión. Hasta el momento ninguna se cobró porque están en etapa de
apelación.
Algunas de
las infracciones fueron cometidas en los informativos de los canales de
televisión, pero otras denuncias refirieron a hechos de violencia o sexo
ocurridos en telenovelas que se emiten en horario vespertino.El director del
INAU, Jorge Ferrando, informó a El Observador que hubo denuncias de la población
y otras fueron actuaciones de oficio de personal de Espectáculos Públicos.Los
informativos, según las denuncias que recibió el organismo y que luego comprobó
mirando los videos, refirieron a la emisión de imágenes en una crónica policial
donde se vio a niños relacionados a la familia de una persona asesinada.
También fue
denunciada la emisión del caso de una adolescente consumidora de pasta base. En
otro informativo se mostró a un adolescente infractor donde incluso la cámara
exhibió la casa donde vivía lo que lo
hacía perfectamente identificable, al menos en ese barrio.El directorio del
INAU entendió que en cuatro casos se violó la normativa por lo que cabe multar
a las empresas de comunicación.Según explicó Ferrando, el proceso para aplicar
la multa se inició pero hasta ahora la sanción no se efectivizó. Por el momento
ningún canal pagó la multa.
Esta
semana, con el asalto al local del Correo de Pocitos también se vieron imágenes
del tiroteo. De todas formas, en el INAU no señalaron si un caso como ese
amerita sanción o no.
La multa para los medios va de las 50 Unidades Reajustable
(hoy $ 32.650) a las 200 UR ($130.600).Además, desde el departamento de
Espectáculos Públicos se realizaron reuniones con jerarcas de informativos de
televisión, productores, jefes de programación y periodistas para ajustar los
criterios y difundir la normativa vigente.Ferrando afirmó que al INAU “lo que
más le interesa no es multar, sino que se cumpla con la norma que es lo más
importante para proteger a los niños y jóvenes”.
El
25 de julio el INAU instaló un consejo asesor de infancia, adolescencia y
medios de comunicación que deberá procesar las denuncias que se reciban de la
población para lo cual se buscará facilitar su llegada ya sea a través de
líneas gratuitas o por email.Esa unidad está integrada por representantes de
organismos internacionales como Unesco y Unicef; la Asocación de Broadcaster
(Andebu), las agencias de publicidad, el Ministerio de Educación, la Dirección
de Telecomunicaciones, la Universidad de la República, la Asociación de la
Prensa, El Centro de Archivos y Acceso a
la Información Pública (Cainfo), y un adolescente del consejo asesor del
directorio del INAU.El consejo asesor en materia de medios trabajará además en
ajustar los criterios para la clasificación de los programas y determinar para
qué franjas etarias son aptos
.El
INAU también se propone hacer un logo identificatorio de las características de
los programas y utilizarlo en todas las plataformas. Para la confección de ese
logo se hará un llamado público.El decreto del 10 de julio de 2012, que ubicó
dentro del horario de protección al menor a los informativos, programas
políticos y a los deportivos que antes estaban excluidos, consideró que el
Estado tiene la obligación de proteger especialmente a los niños y
adolescentes.
"Contra los fundamentalismos". Ése es el eslogan. Y lo que
parece ser el principal motivo por el cual se instaló una cabina telefónica en
la Plaza Independencia de la ciudad de Montevideo: "para hablar con
Dios".
La cabina telefónica de color rojo, similar a las que operan
en algunos países de Europa, fue ubicada en el centro de la capital uruguaya
por parte de la Articulación regional de organizaciones de la sociedad civil
Cairo+20, en el contexto de la Conferencia Regional sobre Población y
Desarrollo para América Latina y el Caribe que se viene cumpliendo en
Montevideo.
Aún sin conexión eléctrica, la cabina guarda indicaciones de funcionamiento,
por ejemplo la invitación a dejar "mensajes gratis con sólo apretar un
botón" –dirigidos a Dios- y la promesa de que estos llegarán "en
menos de 24 horas".
Carteles como "Habla con Dios" o "Comunícate
directamente con él. Sin intermediarios" o "Contra los
fundamentalismos. Tu boca es fundamental", se ubican en los costados de la
cabina de corte inglés que ha llamado la atención de los primeros transeúntes
montevideanos que transitan rumbo a la Ciudad Vieja, el corazón económico de la
ciudad. "¿Tienes una reclamación, una sugerencia, una consulta para
hacerle a Dios? Deja tu mensaje gratis, con solo apretar un botón. Todos los
mensajes serán recibidos en menos de 24 horas. Que Dios de oiga. ¡Buena
suerte!", se agrega.
La Articulación Regional de
Organizaciones de la Sociedad Civil de América Latina y el Caribe hacia Cairo +
20 coordina la participación de la sociedad civil en la I Conferencia Regional
sobre Población y Desarrollo de América Latina y el Caribe que se lleva a cabo
hasta el 15 de agosto en Montevideo.
"El objetivo es poner en la calle, en el espacio público, los
asuntos que se estarán tratando en la conferencia e involucrar a la ciudadanía
montevideana y de esta manera a la ciudadanía de otros países de la
región", se indica desde la organización que trabaja por estas horas con
unos 250 activistas de todo el continente. La intervención de espacios públicos
es una de las tareas del conglomerado juvenil, y allí aparece la cabina.
"La fisonomía de la Plaza Independencia también se verá modificada.
Se instalará una cabina telefónica estilo inglés: desde allí los participantes
de la Conferencia y la ciudadanía podrá dejar un mensaje contra los
fundamentalismos. Una contestadora recibirá las llamadas y las grabará, para
luego poder armar un video con ellas, video que se divulgará a través de las
redes de internet", se indicó desde el grupo.
Musica
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