jueves, 26 de septiembre de 2013

Los Periféricos miércoles 25 de setiembre


                              Mujica estuvo en Nueva York con el empresario George Soros, un peso pesado de la economía mundial.
                         uno de los personajes más controvertidos de las finanzas globales. Es conocido, entre otras cosas, por ser accionista de la semillera estadounidense Monsanto y por financiar organizaciones que promueven la legalización de la marihuana. El especulador financiero se guía por los conceptos de “sociedades abiertas” y “falacias fértiles”, a las que define como “construcciones defectuosas con efectos inicialmente beneficiosos”. También critica las contradicciones de un sistema capitalista global, siendo a la vez uno de sus principales beneficiarios.
Soros tiene 83 años, una larga carrera y una aun más larga fortuna. Nació en Budapest (Hungría) como György Schwartz, en el seno de una familia de judíos de la alta burguesía que cambió su apellido debido al antisemitismo.
                               Con 39 años, en 1969, creó uno de los primeros fondos de cobertura, cuyo rendimiento es desde esa fecha de 20% anual en promedio. Esta decisión, junto con la de apostar en contra de la libra esterlina en 1992, llevaron a que su fortuna neta se valore en 22.000 millones de dólares (casi la mitad del Producto Interno Bruto [PIB] de Uruguay en 2012), de acuerdo a la revista Forbes de setiembre de 2011.

                                 El 16 de setiembre de 1992 (fecha luego apodada como el “miércoles negro”) Soros encontró una oportunidad y vendió de golpe 10.000 millones de libras esterlinas. Esta operación condujo al gobierno británico a devaluar y retirar esa moneda del Mecanismo Europeo de Cambio ya que no pudo mantenerla por encima del límite inferior acordado. El costo para la sociedad inglesa se estimó en 3.300 millones de dólares, pero para Soros significó una ganancia de más de 1.000 millones por la venta de libras esterlinas a corto plazo.
                                   En esta línea, la estrategia de Soros se centra en el concepto de “reflexividad” y una filosofía de inversión según la cual, lejos de ser eficientes, los mercados muchas veces se equivocan. El especulador financiero, cuya premisa es “encuentra una tendencia cuya premisa sea falsa, y apuesta tu dinero contra ella”, sostiene que se debe sacar provecho de esas situaciones eliminando el ruido o las distorsiones,comprando o vendiendo según la ocasión.

 Por otro lado, y como buen seguidor de Popper, Soros apuesta a una “sociedad abierta”, término que introdujo el filósofo Henri Bergson y que Popper retomó para describir el sistema político en el cual los líderes políticos o el gobierno son reemplazados sin necesidad de violencia o derramamiento de sangre y en el que los individuos tienen la necesidad de tomar decisiones personales
                                     En base a estos principios el empresario fundó en 1973 la Soros Fund Management, que administra seis fondos de cobertura con un total de inversiones de más de 70.000 millones de dólares, y 20 años después la Open Society Fundations, que dona cifras millonarias a campañas de promoción de los valores de las “sociedades abiertas”. También es miembro del consejo directivo del Council on Foreign Relations, una organización estadounidense fundada en 1921 y dedicada a la política exterior.

                                      El coordinador de Regulación Responsable, Sebastián Valdomir, explicó a Montevideo Portal que desde la organización “no le hacen los mandados a Monsanto”. Por otra parte agregó que “el poder de este tipo de empresas es objetivo” y que “ningún Estado está vacunado contra el poder de las transnacionales”.
Los argumentos manejados por Soros a favor de la despenalización de la marihuana están en línea con los valores de las “sociedades abiertas”: hacer del consumo de drogas un tema privado para desentender a los Estados del cuidado que debe procurar a los adictos. ”.

                           El conocido financista le dijo a Mujica que ha estado siguiendo con atención todo el proceso que llevó adelante Uruguay para legalizar la marihuana. Además se puso “a disposición” para colaborar mediante la discusión publicitaria y con programas educativos en el combate al narcotráfico. El presidente le manifestó su idea de que con la legalización de la marihuana Uruguay será una especie de laboratorio, y Soros coincidió con el planteo. Dijo que el ejemplo uruguayo junto con el de algunos estados de Estados Unidos como Colorado y Washington, son objeto de mucha atención para el mundo.“Somos conscientes de que Uruguay va a ser un laboratorio y si la experiencia resulta exitosa puede servir al mundo. Todo el mundo los va a estar mirando”, manifestó Soros al presidente según transmitieron desde Presidencia. Foto: AFP

                                                                                Todo preso es político
                                               En esta oportunidad nuestro presidente dijo, una vez más, que los uruguayos somos cada vez menos solidarios, que ya nadie ayuda al vecino a levantar el techo de su casa, que el consumismo es un monstruo grande y pisa fuerte y nos quita el tiempo para hacer lo que nos gusta, que hay “círculos de clase media intelectual” que se llenan la boca hablando de compañerismo y no son capaces de donar quinientos pesos o de dedicar un par de horas a preparar un balde de mezcla (palabras más, palabras menos).
                                         Evidentemente, cada una de esas afirmaciones es arbitraria e incluso mentirosa. Los uruguayos suelen responder a los llamados de solidaridad cuando las papas queman, lo más probable es que la mayoría ayude al vecino si se le cae el techo (aunque sería bueno admitir que pocos levantan el techo de su propia casa en las ciudades, en donde más bien uno vive donde puede y no donde quiere, y donde se suelen ocupar viviendas que ya vienen con el techo puesto), el consumismo es la gallina de los huevos de oro que el propio gobierno estimula descaradamente (basta ver las campañas de Antel dirigidas a los niños) y la famosa “clase media intelectual” está constituida, en el planeta Mujica, por los trabajadores sindicalizados, esos haraganes demandantes de verba florida.
    La primera pregunta que uno se hace al escucharlo es ¿de qué habla? (no porque no sea claro, sino porque se repite, porque disparatea sin sonrojarse, porque machaca con sus estribillos aunque no tenga razón ni argumentos serios), pero más bien cabría preguntarse para quién y para qué habla. Algunos sostienen, y no les falta razón, que la estrategia de incontinencia verbal de Mujica le ha deparado más beneficios que problemas. Que su popularidad es altísima, que nunca un presidente uruguayo fue tan reconocido en el exterior y que ha logrado instalar como temas de agenda las cosas más descabelladas mediante el recurso de hablar de ellas o anunciarlas como proyecto. Es verdad, pero es la misma verdad de la Coca-Cola: sí, es la bebida más popular, es conocida en todo el mundo, seguramente reporta ganancias exorbitantes a sus accionistas, pero no deja de ser una gaseosa azucarada sin valor nutricional.
                    

                    Sin embargo, el recurso verborrágico, avasallante y cantinflesco que cultiva Mujica no deja de ser metáfora o signo de cierto despliegue enfático de los gobiernos frenteamplistas. Un despliegue que, lamentablemente, no consigue socavar la dura roca en la que está apoyado el verdadero poder en nuestro país, y probablemente en el mundo. En estos días se dieron a conocer cifras impactantes sobre los avances que Uruguay ha hecho en materia de derechos humanos. Desde el punto de vista institucional, nunca fuimos tan pródigos. En estos últimos años se crearon el Departamento 20, el Ministerio de Desarrollo Social, la Secretaría de Derechos Humanos de Presidencia, la Institución Nacional de Derechos Humanos, se instalaron oficinas de Derechos Humanos en varios ministerios, se le dio amplio respaldo al comisionado parlamentario para las cárceles, se puso una unidad auxiliar en delitos de lesa humanidad en el Ministerio del Interior, se firmaron tratados, se aprobaron leyes y se promovieron acciones afirmativas.
                                          El asunto de los derechos humanos es un tema, qué duda cabe, de la agenda pública. Pero ya se sabe que entre la ley y la vida suele haber desfasajes. En estos mismos años murieron doce presos quemados en Rocha (sesenta personas, incluyéndolos, murieron como consecuencia de su situación de encarcelamiento desde 2009 hasta la fecha, según Álvaro Garcé), se suceden las denuncias por abusos policiales, se instalan las prácticas represivas contra la población civil y se mantiene una actitud tolerante con un sistema de Justicia que muestra, en sus escalones más altos, niveles de arbitrariedad y complicidad con los violadores de derechos humanos francamente escandalosos.
                                                              El martes se supo que el  fiscal Gustavo Zubía, el Harvey Dent uruguayo, solicitó el procesamiento de varios dirigentes políticos por los hechos ocurridos en la sede de la Suprema Corte de Justicia el día de la manifestación en solidaridad con la jueza Mariana Mota. Pocos días atrás, el ministro del Interior, Eduardo Bonomi, se excusó en las diferencias entre Uruguay de 1968 y el de hoy para explicar que las formas de lucha que se justificaban entonces no tienen justificación actualmente. Y de ese razonamiento se desprende que la represión contra las formas de lucha injustificables es legítima, porque se da en el marco de la defensa de un buen gobierno al que sólo los que tienen mala voluntad pueden querer ensuciar.

                                                 En medio de estas contradicciones, entonces, es todavía más necesario preguntarse para quién habla Mujica. ¿Se puede hablar en olor de santidad en medio del chiquero? Sí, evidentemente. Las verdades sociales se van construyendo en el discurso, y en buena medida terminan por imponerse si no hay verdades contrahegemónicas que les opongan resistencia. Pero así y todo da la impresión de que el presidente habla menos para los que lo escuchan hoy y acá (aunque tampoco es para despreciar a esa enorme masa de seguidores ávidos de una palabra iluminada y sincera) que para los que puedan escucharlo en el futuro (y en el exterior, porque el prestigio internacional siempre garpa). Como hicieron todos los próceres a lo largo del proceso de construcción de las naciones americanas, Mujica habla para la Historia.
                                        Algún día sus palabras serán estampadas en pósters y camisetas, se grabarán en mármol como las frases de Artigas y serán recitadas por los niños en las escuelas (y, con un poco de suerte, alguna aspirante a reina de belleza podrá citar a un presidente uruguayo cuando le pregunten a quién admira). Y pocos recordarán que al mismo tiempo que sonaban esas palabras había dirigentes políticos enjuiciados, presos comunes calcinados en sus celdas, trabajadores tratados como adversarios y grandes explotadores reconocidos como filántropos.
                                                                                                                 SOLEDAD PLATERO
La promiscuidad femenina podría asegurar hijos más sanos
Según un reciente estudio, dejar que la naturaleza femenina escoja entre varias espermas para ser fecundada, mejoraría genéticamente a la descendencia. Sin embargo, y aunque aún esto no está probado en humanos, socialmente se sigue condenando la permisividad sexual en mujeres.
                       ¿Qué pasaría si expertos aseguraran que la promiscuidad femenina asegura que la especie sea más saludable? Fue después de estudiar el comportamiento al reproducirse de pollos salvajes, que, se cree, son ancestros de los domésticos que se conocen habitualmente, que investigadores de varias universidades llegaron a la conclusión que mientras más las hembras se apareaban con machos, mejoraba la calidad de su descendencia.
                          El estudio, publicado el 3 de septiembre pasado en el periódico Proceedings of the Royal Society B, llamó la atención luego de que el profesor de la Universidad de Anglia del Este, David S. Richardson, comentó que estos hallazgos podían eventualmente aplicarse a otros animales, incluso a humanos.
Asimismo, explicó que aunque la mirada hacia una sexualidad más libre se ha hecho más común a lo largo de los años, aún parece no aceptarse del todo socialmente. “Cosas como el sexo casual, sexo en grupo, y con múltiples parejas siguen estando estigmatizadas por la mayoría”, señaló.
  “Nuestra investigación ha demostrado que las hembras no necesitan escoger entre hombres para tener crías más saludables. Más bien, al aparearse con varios machos, permiten que su mecanismo de elección interno favorezca los espermatozoides genéticamente diferentes (a ellas)”, lo que haría la descendencia más fuerte ante las enfermedades, comentó.
“Este caso se podría dar en otros animales, incluyendo humanos. Sin embargo, comprobar esto en la práctica entre mamíferos sería muy difícil, y obviamente imposible en humanos, por razones éticas”.
                         La investigación, en la que participaron científicos de las universidades de Oxford, Estocolmo y Linköping (al sur de Suecia), compararon lo que sucedía genéticamente con las nuevas crías de los pollos, comparando su forma natural de reproducirse con la inseminación artificial.
Para ellos, además de haber señales que capta la hembra, como el olor del macho, para escoger sexualmente, existe un mecanismo interno que hace naturalmente otra selección –esta vez, post cópula y que se conoce desde la década de los 80 como “Elección Femenina Críptica“- en medio de la competencia espermática que habría, en el caso de aparearse con varios

                               Si bien la promiscuidad parece ser beneficiosa en pollos -y aún no se aclara si lo sería también para humanos-, cabe mencionar otro estudio dado a conocer en junio de este año, en el Journal of Social and Personal Relationships, y que aclara de antemano que al menos socialmente, las mujeres por más permisivas sexualmente que sean, no quieren amigas de la misma moral al lado suyo.
                                   Basándose en investigaciones que ya señalaban que hombres no ven con muy buenos ojos a sus parejas ocasionales, cuando éstas son promiscuas, se consultó a 751 adultos jóvenes para saber su opinión acerca del sexo recreativo y de casos hipotéticos entre hombres y mujeres.
                                       Fue así como el estudio, realizado por la Universidad Cornell, concluyó que fueron las mujeres las que veían más negativamente a otras de su género, en cuanto a conductas promiscuas, por mucho que en su historia personal la permisividad sexual fuera aceptada y admitida.
                                   “Estudio tras estudio ha descubierto que las mujeres permisivas sexualmente son discriminadas por posibles parejas sentimentales, y ahora, también por potenciales amigas del mismo sexo”, dijo a Science Omega, una de las autoras de la investigación, Zhana Vrangalova.
    Ovejas Negras repudia dichos de Fernández Huidobro
                              El pasado viernes, la revista Caras y Caretas publicó una entrevista al ministro de Defensa Nacional en donde aseguró que la izquierda "está discutiendo la nueva agenda de derechos, que los homosexuales se puedan casar y cosas así. ¡Dejate de joder, hermano!". El colectivo que milita por derechos LGTB manifestó su rechazo.Ovejas Negras repudia dichos de Fernández Huidobro
                                 Siguiendo con la respuesta, Huidobro dijo que “esa agenda la hacen Estados Unidos y la socialdemocracia europea, que inventaron ese radicalismo con las mujeres, los homosexuales, esto y aquello para no hablar de lo que importa realmente”.
                                 Respecto a esto, el Colectivo Ovejas Negras “declara su profundo repudio ante las declaraciones del ministro de Defensa
Agregan que “el ministro plantea una falsa oposición entre estos derechos y la lucha de clases, pero el combate a la pobreza –por más justo que sea- no ataca las raíces de la discriminación. La homofobia, lesbofobia y transfobia, al igual que la violencia de género, reafirman las barreras socioeconómicas.  
                                        Lamentamos profundamente estas afirmaciones arcaicas, llenas de desprecio por el trabajo colectivo de los movimientos sociales, que emergen sin dudas de una forma de ver el mundo machista y homofóbica”.
El comunicado finaliza diciendo “nos parece preocupante que esta sea la persona que conduce un ministerio de tal relevancia. Sepa el Sr. ministro, y aquellas personas que con él concuerden, que los integrantes de esta organización de la sociedad civil no se detendrán en su esfuerzo continuo por la construcción de una sociedad más justa, inclusiva y diversa y que, a la hora de ejercer nuestro derecho al voto, no olvidaremos sus palabras”.

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