jueves, 17 de diciembre de 2009

ENTRE CANIBALES...


canibalismo

El término proviene de su práctica por parte de la tribu caniba o caribe, proveniente de la palabra caniba o cariba utilizada por los tainos que Cristobal Colón encontró en la isla de La Española en su primer viaje a América.

En casos aislados se ha acusado de caníbales a las poblaciones enemigas como medio de propaganda con el que desproveerlas de toda civilización o humanidad. De esta forma la conquista, represión o cualquier tipo de trato inhumano y vejatorio podía ser más fácilmente justificados moral y legalmente. Otro ejemplo clásico de esta tendencia sería la acusación de canibalismo hacia los cristianos en época romana que facilitó su criminalización y posterior represión.


Canibalismo humano

El canibalismo humano ha presentado a lo largo de la historia dos grandes formas de manifestación:

el canibalismo por hambre

el canibalismo ritual.

El canibalismo por hambre en tiempos de amenaza extrema.

Se trata de una práctica vinculada a situaciones donde se pone en juego la propia existencia, por lo que tiene su causa inmediata en la desesperación y la necesidad radical de sustento. En estos casos suelen ingerirse los cuerpos de los muertos por otras causas y es poco frecuente el homicidio con fines caníbales.

Históricamente, están atestiguados, con mayor o menor grado de verosimilitud, casos de canibalismo durante la Guerra de los Treinta Años (1618-1648), el asedio de Leningrado durante la Segunda Guerra Mundial y la época del colonialismo, sobre todo como consecuencia de los frecuentes naufragios.

Parece probada la existencia del canibalismo ritual como ofrenda a los dioses o como manera de obtener la fuerza y el valor del guerrero enemigo.

El canibalismo como forma habitual de sostén alimenticio no ha sido probado y los casos de los que se suele hablar se basan en fuentes que podríamos calificar de parciales; conquistadores, enemigos, exploradores, etc.

Es atribuido a muchas tribus y etnias: los indios amazónicos, los aztecas, los pigmeos y otros nativos de la cuenca del río Congo, las tribus Korowai y Fore de Nueva Guinea. Actualmente, ha decrecido su práctica y en las civilizaciones actuales es socialmente rechazado y legalmente sancionado; la extensión y aceptación social en el pasado es un tema debatido en la antropología y se enmarca en el relativismo cultural.

Quienes han probado la carne humana afirman que ésta tiene un sabor similar a la de cerdo.

Casos históricos

En Europa, Francia, Alemania y en concreto, entre otros, en los yacimientos arqueológicos de Atapuerca, en España, mediante el estudio de las marcas en los huesos encontrados en la cueva de la Gran Dolina demuestran que se practicó un canibalismo que, con toda seguridad, no fue producto de una hambruna y carecía de cualquier intención ritual, sino que se efectuó por lo que se ha denominado como canibalismo gastronómico ancestral, el Homo antecessor que vivió siendo ésta con 800.000 años de antigüedad la referencia sobre canibalismo más antigua de Europa.

En el Antiguo Egipto, a fines del 3er milenio a.d.C., debido a una muy larga sequía (al parecer un evento global llamado «Súper Niño»), el hambre llevó a la gente a la insurrección y al canibalismo (única ocasión conocida de Egipto), época registrada en la historia egipcia como "los años de los chacales". Este suceso llevó a su fin al Imperio Antiguo, creando el Primer periodo intermedio de Egipto.

En la Biblia está escrito que los antiguos israelitas en caso de desobediencia a Dios serían castigados con grandes calamidades incluyendo el comer carne de sus propios hijos e hijas (Levítico 26:27-29). Durante el sitio de Samaria por parte de los Sirios, se relata el caso de una mujer que junto a otra se comieron al hijo de la primera (Segundo Libro de los Reyes 6:24-33). Durante el sitio de Jerusalén (70 D.C.) el historiador Josefo relata un caso de canibalismo perpetrado por una mujer de nombre María contra su propio hijo ante la hambruna que asolaba a la ciudad rodeada por el ejército romano.

En Norteamérica, el análisis de los restos descubiertos en yacimientos arqueológicos habitados entre el 1150 y el 1200 d. C. por los indios anasazi, confirmó la existencia de canibalismo en este pueblo.

nésicas (se piensa que fue el destino del capitán James Cook).

Según los relatos de los conquistadores, entre los pueblos indios aliados y adversarios de Hernán Cortés la práctica del canibalismo era habitual en actos religiosos y tras las escaramuzas, llevándose incluso sal a las batallas para salar a los enemigos muertos y que les durase más tiempo su carne, y así volver con ella a sus poblados y repartirla entre los familiares:

Una de las sociedades que más desarrollaron esta práctica en el pasado fue la de los guaraníes, que lo practicaban con fines religiosos.

El principio básico que sustentaba la antropofagia guaraní era que la persona acumula energía a lo largo de su existencia, y que esa energía puede ser utilizada por otra persona para expandir la conciencia. El objetivo vital de los guaraníes era trascender los límites de la existencia cotidiana accediendo a lo que llamaban «La Tierra Sin Mal»; un estado vital en donde una persona escapaba al daño, e incluso a la muerte (como supresión del nivel físico de la existencia). En este contexto, consumir la personalidad de una persona primero y su cuerpo físico después daba al practicante un incremento de energía imposible de conseguir por otros medios. De allí que los guaraníes no comieran a cualquiera, sino solo a los mejores. El canibalismo era parte del Camino de la Perfección o Aguyé.

En 1779, el 14 de febrero, en Kealakekua Bay en Hawái, el Comandante (Master and Commander) de la expedición marina inglesa James Cook y algunos de sus hombres, fueron muertos y consumidos (aunque todavía hay controversia sobre la certeza este hecho) por la población local tras un intento fallido de secuestrar a su rey, en represalia a los robos de los nativos. Los restos remanentes fueron luego recuperados y se les hizo un funeral marino.

En 1809, los 66 pasajeros y la tripulación del barco The Boyd fueron muertos y comidos por maoríes en la península de Whangaroa, en la isla Norte. Esto fue un utu ('venganza') por el azotamiento con látigo de un maorí que rehusó trabajar en el barco durante el viaje desde Australia. El hecho permanece como la mayor matanza en la historia de Nueva Zelanda. (Véase The Boyd Massacre).


Canibalismo en la cultura popular

En la mitología griega, al dios Crono se le profetizó que uno de sus hijos le destronaría, por lo que cada vez que nacían sus hijos, los devoraba; pero su esposa Rea, harta de esa costumbre, cuando iban a nacer su quinto y sexto hijos, Rea parió en secreto y una vez nacido Zeus, le dio una piedra en lugar de su hijo; lo mismo ocurrió con Poseidón, que comió un potro, en lugar del hijo. Una vez crecido Zeus, obligó a su padre a vomitar a sus hermanos: Hera, Deméter, Hestia y Hades.

El citado caso de los Supervivientes de los Andes provocó la generación de noticias, libros y películas.

Probablemente la aparición más conocida de un caníbal en la cultura moderna sea la del Dr. Hannibal Lecter.

El personaje 'Leatherface' de la película de terror The Texas Chainsaw Massacre (junto con la familia) son caníbales.

Tito Andrónico de William Shakespeare

la película Cuando el destino nos alcance (Soylent Green) donde los cuerpos humanos eran procesados en galletas.

Uno de los caníbales más reconocidos durante el siglo XXI ha sido el alemán Armin Meiwes, conocido como el caníbal de Rotenburgo.

Controversialmente, hay quien argumenta que el comerse la uñas y los pellejos de los dedos es un tipo de auto-canibalismo.

La banda estadounidense de brutal death metal, Cannibal Corpse, aborda en sus canciones temas referidos al canibalismo de cadáveres.

En la novela de Edgar Allan Poe Las aventuras de Arthur Gordon Pym, cuatro supervivientes deciden jugarse a suertes quién de ellos se sacrifica para que los demás coman, pues llevaban muchos días en mitad del océano sin comida y sin bebida.


Canibalismo no humano

Varias especies animales no humanas recurren al canibalismo. Se citó ya el caso de los cocodrilos. Se ha visto a algunos insectos comerse a sus propios hijos en épocas de extrema escasez, y eso los ayuda a sobrevivir para cuando pase la crisis, pues sus crías de cualquier forma tienen muy pocas o nulas posibilidades de sobrevivir. Los arácnidos hembras que se comen al macho, como en el caso de los escorpiones y las arañas.

La mantis religiosa, al acabar la reproducción, se come al macho.

Se ha visto a perras comerse a alguno de sus hijos recién nacidos, pero no se sabe si lo han hecho por hambre o el bebé comido nació con algún defecto no visible que la madre olió, aunque en estos casos generalmente sólo los dejan morir de hambre.

La foca leopardo come a sus crías en casos de hambre, o a otras focas.

En el caso de los hamsters, puede darse casos de canibalismo cuando uno de los progenitores se come a alguna cría, tal vez por algún defecto no visible.

Diferencia con la antropofagia

La palabra antropofagia proviene de las raíces griegas anthropos (hombre) y fagos (comer). Se refiere a comer carne específicamente de humanos, pero para entender mejor la diferencia, tomemos el siguiente ejemplo:

Cocodrilos adultos de varias especies han llegado a comer crías de su propia especie, y eso los hace caníbales pero no antropófagos;

Algunos otros cocodrilos han llegado a comer humanos, y eso los hace antropófagos pero no caníbales.



Una modesta proposición:



Para prevenir que los niños de los pobres de Irlanda sean una
carga para sus padres o el país, y para hacerlos útiles al público



Dublín, Irlanda, 1729


Es un asunto melancólico para quienes pasean por esta gran ciudad o viajan por el campo, ver las calles, los caminos y las puertas de las cabañas atestados de mendigos del sexo femenino, seguidos de tres, cuatro o seis niños, todos en harapos e importunando a cada viajero por una limosna. Esas madres, en vez de hallarse en condiciones de trabajar para ganarse la vida honestamente, se ven obligadas a perder su tiempo en la vagancia, mendigando el sustento de sus desvalidos infantes: quienes, apenas crecen, se hacen ladrones por falta de trabajo

Creo que todos los partidos están de acuerdo en que este número prodigioso de niños en los brazos, sobre las espaldas o a los talones de sus madres, y frecuentemente de sus padres, resulta en el deplorable estado actual un perjuicio adicional muy grande; y por lo tanto, quienquiera que encontrase un método razonable, económico y fácil para hacer de ellos miembros cabales y útiles del estado


Pero mi intención está muy lejos de limitarse a proveer solamente por los niños de los mendigos declarados: es de alcance mucho mayor y tendrá en cuenta el número total de infantes de cierta edad nacidos de padres que de hecho son tan poco capaces de mantenerlos como los que solicitan nuestra caridad en las calles.

. Es cierto que un niño recién nacido puede ser mantenido durante un año solar por la leche materna y poco alimento más; a lo sumo por un valor no mayor de dos dolares o su equivalente en mendrugos, que la madre puede conseguir ciertamente mediante su legítima ocupación de mendigar. Y es exactamente al año de edad que yo propongo que nos ocupemos de ellos de manera tal que en lugar de constituir una carga para sus padres o la parroquia, o de carecer de comida y vestido por el resto de sus vidas, contribuirán por el contrario a la alimentación, y en parte a la vestimenta, de muchos miles.

Hay además otra gran ventaja en mi plan, que evitará esos abortos voluntarios y esa práctica horrenda, ¡cielos!, ¡demasiado frecuente entre nosotros!, de mujeres que asesinan a sus hijos bastardos, sacrificando a los pobres bebés inocentes, no sé si más por evitar los gastos que la vergüenza, lo cual arrancaría las lágrimas y la piedad del pecho más salvaje e inhumano.

El provecho del nuevo plato introducido en las mesas de todos los caballeros de fortuna del reino que tengan algún refinamiento en el gusto. Y el dinero circulará sólo entre nosotros, ya que los bienes serán enteramente producidos y manufacturados por nosotros.

Las reproductoras constantes, además de ganar ocho chelines anuales por la venta de sus niños, se quitarán de encima la obligación de mantenerlos después del primer año.

Este manjar atraerá una gran clientela a las tabernas, donde los cocineros serán seguramente tan prudentes como para procurarse las mejores recetas para prepararlo a la perfección, y consecuentemente ver sus casas frecuentadas por todos los distinguidos caballeros, quienes se precian con justicia de su conocimiento del buen comer: y un diestro cocinero, que sepa cómo agradar a sus huéspedes, se las ingeniará para hacerlo tan caro como a ellos les plazca.

Esto constituirá un gran estímulo para el matrimonio, que todas las naciones sabias han alentado mediante recompensas o impuesto mediante leyes y penalidades. Aumentaría el cuidado y la ternura de las madres hacia sus hijos, al estar seguras de que los pobres niños tendrían una colocación de por vida, provista de algún modo por el público, y que les daría una ganancia anual en vez de gastos.

Pronto veríamos una honesta emulación entre las mujeres casadas para mostrar cuál de ellas lleva al mercado al niño más gordo. Los hombres atenderían a sus esposas durante el embarazo tanto como atienden ahora a sus yeguas, sus vacas o sus puercas cuando están por parir; y no las amenazarían con golpearlas o patearlas (práctica tan frecuente) por temor a un aborto.

Jonathan Swift

, Dublín, 30 de noviembre de 1667

– íd., 19 de octubre de 1745.





















http://www.youtube.com/watch?v=TiXfIWpMhnI


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